miércoles, 16 de marzo de 2011

  Ésta es la primera vez en mucho tiempo que me he animado a sentir nuevamente. Y por sentir he perdido el pedazo que tenía intacto en mi corazón; te has terminado de llevar lo único que me quedaba y sólo me ha quedado la rabia, la impotencia ... por que fui capaz de darlo todo y quede vacía. He llorado noches enteras, sola ... ahogando mis sollozos en la almohada, con el temor de ser descubierta y tener que dar explicaciones a algo que, a cualquiera, le hubiese parecido ridículo.

Y me ganó la nostalgia. Me acordé de las películas, me acordé de las canciones, me acordé de los chistes y de los sillones. Me acordé hasta de las corbatas, las camisas, los pantalones ... el cigarro que prendías, las caras que hacías, la pizza mal hecha, tu madre llegando, el teléfono, la cocina, los cortes de pelo ... todo. Y tengo ganas de llorar, pero no se sirva de algo. No se, siquiera, si valga la pena.

En medio de la añoranza, creí que podría quedarme sin lágrimas ... no se si lo estaré logrando. Ya casi ... falta poco.